Categorías
Articulos

El sofá de Dalvin Cook

Tengo que confesar algo que la gente no sabe, y es que llevo muchos años ganando campeonatos de todo tipo y deporte, como jugador y como entrenador. Bueno, y como presidente y propietario de varias franquicias, ya que he fichado a jugadores legendarios increíbles antes de que el resto del mundo supiera si quiera que exisitían. Incluso he cambiado tendencias políticas y derrocado gobiernos, todo en pos de un mundo mejor que nadie había sabido vislumbrar. Y todo lo he hecho desde mi sofá. Delante de mi televisión o de mi periódico, y sin más compromiso que el de mi propia memoria, que de tan disfuncional nunca me reprocha nada porque difumina todos mis errores en el olvido. De hecho dudo que quizá jamás los haya cometido. Y a ver quién me dice lo contrario.

No importa si no has oído hablar de mi sofá, porque quizá tú tengas uno propio, que te sirve de púlpito para desarrollar tu ejercicio saludable de cuñadismo y opinar de cuanto se te antoje sin más argumentos que los que crees irrefutables para enjuiciar y decidir sobre cualquier situación. Desde ese tipo de sofás he escuchado opiniones varias sobre si renovar o no a running backs varios de la NFL, la última de ellas, en referencia a Dalvin Cook, que ha puesto a los Minnesota Vikings contra las cuerdas al comunicarles que no acudirá al training camp de julio si antes no firma un nuevo contrato multianual con el equipo. Con la pertinente cantidad garantizada, por supuesto.

Cook fue elegido por los Vikings en el pick #41 del draft de 2017 (el pick #9 de la 2ª ronda), esto es importante por cuanto que su contrato rookie no dispone de opción de quinto año, por lo que en condiciones normales, 2020 sería su último año antes de convertirse en agente libre. Y digo en condiciones normales porque el equipo podría ponerle el franchise tag y bloquearle durante un año más de forma unilateral. Por eso, adelantándose a esa situación, y a la de un mercado lleno de running backs de talento (luego explico esto en detalle), Dalvin Cook se ha negado a arriesgarse un solo snap más sin tener el gran dinero garantizado que le reportaría una extensión multianual de su contrato.

Ante esa comunicación de holdout o huelga del jugador, muchos son los que se han aventurado a opinar si Dalvin Cook es el tipo de jugador que merece o no ser renovado, y si los Minnesota Vikings deberían o no extender su contrato. Opiniones que llegan desde sofás de todo tipo y desde remotos lugares, pero siempre desde el punto de vista de aficionado y no desde el del jugador. Así que te voy a pedir que te levantes un rato del sofá y te pongas el traje y la corbata primero y la coraza después, sólo así es posible valorar en su justa medida una situación tan recurrente cada año como es la de renovar o no a un RB élite. Únicamente pensando y sintiendo como jugador y como general manager se puede tener una perspectiva adecuada para concluir cual es la mejor decisión, porque de eso va todo, de tomar decisiones acertadas. Y sobre todo, de tomarlas cuando el resultado de ésta tiene consecuencias, algo que no sucede cuando se opina desde el sofá.     

Como te decía, Dalvin Cook fue elegido en la segunda ronda del draft de 2017, el mismo que Christian McCaffrey, el cual ya ha conseguido su renovación por cuatro años a razón de $16M de media anual y $38.2M garantizados, el equivalente a casi dos años y medio del contrato. Si tenemos en cuenta que, al igual que Cook, McCaffrey está en el cuarto año de contrato rookie y que además tiene la opción de 5º año, ese contrato le da a los Panthers hasta 6 años de control sobre su running back. La razón de que tanto MacCaffrey como Dalvin Cook estén pidiendo esta offseason esa extensión de contrato es que hasta cumplidos tres años del contrato rookie éste no se puede ampliar. Así que Dalvin Cook ha ido a la yugular de la gerencia de los Vikings al esperar a después del draft para pedir su aumento. Eso deja al equipo de Minneápolis con poco más margen de maniobra en la negociación que decidir jugar con Alexander Mattison, un 3ª ronda de 2019 que hasta ahora hace las veces de backup de Cook.

La primera gran pregunta. Los Vikings

Entonces, ¿deberían los Vikings renovar a Dalvin Cook o podrían jugársela con Mattison para no complicar aún más su situación salarial? Esa es la primera pregunta, la del traje y la corbata. Para entender la situación habría que enfocar el asunto desde tres ángulos: qué supone Cook en el juego del equipo, cuál es el estado de salud del jugador, y si el nuevo salario que pretende el running back, que no es otro que el de Christian McCaffrey ($16M anuales con 2 y medio garantizados), puede encajar en el cap de los Vikings.

Cristian McCaffrey saltando sobre la defensa rival. Fuente: Charlotte Observer.

El enfoque deportivo no debe de perder de vista los números y cuánto necesita Minnesota a Cook. Si bien durante la primera temporada no se pudo ver al mejor Dalvin Cook, la segunda fue una gran mejora y esta tercera, la del pasado año, ha demostrado ser un jugador diferencial, tanto, que el equipo se vuelve mucho más previsible cuando él no está. Sus números de 2019 no son los de Christian McCaffrey (1654 yardas combinadas y 13 TD en 2019; 112 yardas y 2 TD en los dos partidos de playoff), pero su impacto en el juego del equipo ha sido indiscutible.

Con una línea ofensiva más que sospechosa en algunos partidos, Cook ejerce una influencia casi hipnótica en la defensa rival por su poder de atracción de jugadores rivales hacia la caja. De ello se benefician sus compañeros, empezando por su QB Kirk Cousins, y siguiendo por la línea ofensiva, que sufre mucho menos gracias a la habilidad del running back.

Pero, ¿podría hacer Alexander Mattison ese trabajo? Probablemente no. O sí. Ni idea. Pero bajo mi punto de vista la pregunta no es tanto si tienen al sustituto, sino cuánto quieren arriesgar del actual proyecto prescindiendo de su mejor jugador. Si ya no fueron capaces de pasar de ronda de divisionales el pasado año con él a pleno rendimiento, sin él la cosa no parece que pueda ir mucho mejor.

Comprar La Offseason

Respecto a qué puede estar pensando Rick Spielman, General Manager de los Vikings, con los números en la mano, Minnesota amplió el contrato de Kirk Cousins durante la pasada offseason, y Cousins no tiene fama de ser un tipo barato, cobrará $32M de media durante los 3 próximos años. Ese dispendio da que pensar que no quieren perder de vista su ventana de oportunidad, pero ha derivado seguramente junto con el bajo rendimiento y la edad en alguno de los casos, en la obligación a dejar marchar a algunos de los jugadores que formaron parte de aquella temida defensa de años recientes. Linval Joseph (DT), Everson Griffen (DE), Trae Waynes (CB), Xavier Rhodes (CB), Mackenzie Alexander (CB) y Andrew Sendejo (S) han desfilado por la puerta, y junto con el traspaso de Steffon Diggs por un pick de 1ª ronda para traer a su posible sustituto, da que pensar que el draft de 15 picks de este año buscaba claramente rejuvenecer la plantilla y aligerar la insoportable presión del cap que los Vikings llevan padeciendo durante los últimos años. Pero todo ello sin perder su ventana de oportunidad y con casi $12M de dinero en el salary cap.

Y finalmente llegamos al capítulo de la salud del jugador. Se ha hablado mucho de la conveniencia o no de pagar a un jugador que ha sufrido lesiones importantes en el pasado (rodilla y hombro), y que le han hecho perderse hasta 17 partidos en los 3 primeros años como profesional, el equivalente a más de una temporada. Y aunque sólo fueron 2 los partidos que no disputó por cuestiones médicas el pasado año, el miedo a una recaída planea en el horizonte para evitar la situación que sufrieron Los Ángeles Rams con Todd Gurley, y que ahora les bloquea $9M en el cap en forma de dinero muerto después de traspasarle.

Así que para responder la pregunta que planteaba, si los Vikings creen que pueden ser contendientes estos próximos años, la respuesta es que deben renovar a quien lleva el peso del equipo en ataque. Pero si tienen la más mínima duda, y he de reconocer que yo tengo unas cuantas, porque normalmente los contratos de veterano de un running back no suelen salir bien, la mejor decisión es apostar por el siguiente hombre disponible. Mattison tiene aún 3 años de contrato rookie, y esos suelen ser los mejores a la hora de producir en el caso de los running backs. Y por los que suele merecer más la pena pagar.

Foto: John Autey / Pioneer Press

En caso de seguir adelante con la renovación, la cuestión sería ya definir a qué precio, ya que los $16M y el garantizado de McCaffrey que pide Cook parecen exagerados, puesto que ni tiene sus números ni tiene su solidez física. McCaffrey aún no se ha perdido un solo partido desde que está en la liga. Para este tipo de negociaciones suelen tomarse como referencia otros contratos recientes, y seguramente el del año pasado de Leveon Bell, de unos $13M anuales tirando por lo alto, y el de Melvin Gordon firmado esta misma offseason con los Broncos, de $8M por debajo, sería el rango de cifras a barajar. Y por lo que se sabe, la primera oferta de los Vikings parece similar a la de Gordon ($16M por 2 años con $13.5M garantizados). Una duración mayor en el caso de un historial de lesiones no tendría mucho sentido. Pero al estar tan alejada de sus pretensiones, muy probablemente Dalvin Cook la rechazará.

La segunda pregunta. Dalvin Cook

Pero entonces, si el equipo no le paga lo que pide ¿debe Dalvin Cook negarse a entrenar y  jugar? Rotundamente sí. Es su única arma de negociación. Y no debe bajo ningún concepto esperar a terminar su cuarto año de contrato con los Vikings para negociar su extensión o para salir a la agencia libre.  ¿Por qué? Ponte la coraza y el casco, ahora eres un jugador. Por lo que te comentaba antes, porque los años más productivos y útiles de la vida deportiva de un running back en la NFL son los primeros, y además, el uso excesivo que hacen concretamente los Vikings de Cook, en tantísimos acarreos y snaps, le expone a una lesión que es relativamente frecuente en la posición en que juega Cook. Así que regalar uno de esos años por $2M cuando tu valor de mercado muy probablemente supere con creces los $10M e incluso los $12M es una frivolidad que ningún deportista se debe poder permitir.

Además se unen otros dos factores por los que Dalvin Cook no debería esperar a la próxima agencia libre para negociar, que son la excelente clase de RB que se avecina en el próximo draft y la finalización de los contratos rookie de otros RB de su camada. Y ya se sabe, a mayor oferta en el mercado, baja el precio. Derrick Henry, Kenyan Drake, Alvin Kamara, Leonard Fournette, Matt Breida, Kareem Hunt y Joe Mixon, son algunos de los nombres que podrían llegar a la agencia libre del año que viene si no renuevan, y rivalizar con Dalvin Cook el año que viene por un gran contrato con alguno de los equipos en busca de RB, que no suelen ser muchos, ya que muchos prefieren las prestaciones y el precio de un runnig back del draft.

Dalvin Cook. Foto: Josh Froschauer / AP

Pero, ¿y si ninguna de las partes cede? Dalvin Cook no aparecería por el training camp y podría mantener su holdout incluso durante toda la temporada. Eso haría por un lado, que el jugador no sólo no cobrara ni un dólar de su último año de contrato, y que se enfrentara además a importantes multas por no presentarse a actividades del equipo que son obligatorias. Y por otro lado, le impediría acumular un año de antigüedad en la liga (lo que se conoce como accrued season), necesario para poder convertirse en agente libre sin restricciones en la próxima offseason. Es decir, después de un año sin sueldo y con multas, estaría en la misma situación que la de ese año y sin poder elegir libremente su destino.

Es una situación similar se vió el running back de los Jets, Le’veon Bell, por aquel entonces en los Pittsburgh Steelers. Después de cumplir los 4 años de su contrato rookie e incluso habiendo jugado un 5º bajo el franchise tag, los Steelers volvieron a taggearle porque Bell no aceptaba una oferta envenenada del equipo de Pittsburgh, que en la prensa sonaba mejor de lo que realmente era, aunque fuera justa todo sea dicho. En tiempos en los que los RB no pasaban de cobrar los $9M, Le’veon, debido a la gran carga de snaps que le daban como corredor y como receptor solicitó un aumento de sueldo acorde a sus dos facetas, como running back y como receptor, pero debido al riesgo que siempre entraña para un corredor su exposición tan grande ante lesiones, la cantidad garantizada de aquel contrato era apenas de poco más de un año. Y Bell se sintió insultado, hasta el punto de que asumió un año entero sin jugar a fin de forzar al equipo a liberarle y poder firmar con cualquier otro equipo un contrato más justo. Y lo consiguió.

Se escuchó por aquel entonces, igual que escucho ahora desde algún sofá cercano, que Le’veon (y ahora Dalvin) deberán recuperar ese año sin jugar de salario en su próximo contrato para que les compense el holdout, pero lo que se pierde siempre de vista cuando no se valora esta situación sin ponerse la coraza y el casco del jugador, es el tremendo riesgo de salir a jugar aunque sea un solo snap sin la mayor cantidad de dinero garantizado posible, porque esa es la cifra que realmente le importa a un running back, y con la que le dices cuánto te importa. Los Steelers le ofrecieron $14M garantizados en un tag que Le’veon se negó a firmar, y posteriormente consiguió de los Jets un contrato de $50M con $35M garantizados (el equivalente a casi 3 años de contrato). Lo que Bell siempre procuró fue tener el mayor dinero posible asegurado cuando volviera a ponerse las protecciones y el casco para jugarse su físico y su salud en la que es la posición más expuesta y arriesgada de este deporte.

Foto: Jake Roth-USA TODAY Sports

Las respuestas

Dalvin Cook está jugando una partida legítima, porque es un dinero que le niega el sistema, un sistema injusto con los rookies, que tienen en sus primeros años de carrera los más valiosos y los peor pagados. Y es lo que pretende cambiar Cook, porque puede permitírselo por ser un RB élite en la liga y vital para su equipo. La primera oferta ya ha llegado, y dista mucho de lo que necesita Dalvin Cook para jugar. Éste no tendrá reparo alguno en pasarse incluso un año parado, algo que está demostrado que le sienta de maravilla a los jugadores de su posición. Así como no temerá dejar marchar estas ofertas que no cumplen sus expectativas, que no tendrá que recuperar en su nuevo contrato, ya que este descanso de un año sin desgaste ni golpes a buen seguro prolongará su carrera deportiva un año más en el futuro. Porque la cuestión para un running back que busca su gran contrato no es si deja de ganar dinero mientras dure su holdout. La cuestión, lo único que importa, es cuánto dinero se ha asegurado antes del día que vuelva a jugar el próximo snap con su casco y su coraza en un terreno de juego. No el dinero que creemos que está perdiendo con su huelga los que sin coraza ni casco vemos toda esta situación desde nuestro cómodo y seguro sofá.    

Ahora la pelota está en el tejado de los Minnesota Vikings, que deben decidir si Dalvin Cook les hace todo lo contendientes que necesitan ser para este año, si quieren asumir el riesgo de lesión de un jugador que ya estuvo roto no hace mucho, y si quieren asumirlo con al menos dos años y medio de contrato garantizado para el jugador, como los Panthers lo han hecho con McCaffrey. O si por el contrario prefieren asumir otro riesgo quizá aún mayor, el de jugar con su segunda opción, mandando un mensaje peligroso al resto de la plantilla y a su afición de estar en un año de transición, renunciando a la lucha por el anillo. Porque eso no hay cuerpo que lo aguante cuando puedes perfectamente pagarlo con el dinero de otro desde el sofá.

Comprar La Offseason

16 respuestas a «El sofá de Dalvin Cook»

Responder a Pablo Cañibano Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *