Recuerdo que hace mucho tiempo, cuando iba aún al colegio, en esa etapa de mi vida en la que todavía regateaba el esfuerzo intentando optimizar los resultados de este, idee un sistema en el que preparaba sólo la mitad de mis asignaturas durante la evaluación y dejaba la otra mitad para prepararlas semanas después. En esa segunda tanda, mis profesores hacían exámenes mucho más asequibles a cambio de suprimir sólo el sobresaliente de entre las notas a mi alcance.
Durante varios trimestres, este sistema me permitió sacar unas de las mejores notas de la clase minimizando mi inversión en esfuerzo y estrés. Pero mi idilio con la economía académica se terminó cuando una de mis profesoras se percató de mi jugada y decidió modificar sus reglas de puntuación para ponerme un miserable 5, pese a haberme asegurado de tener un examen para suspender. A partir de entonces tuve el foco sobre mi cabeza en cada examen, y entendí que jugar con el vacío legal de las normas podía servirme en la vida como un beneficio temporal, pero que difícilmente podría ser mi plan a largo plazo.
Esa tentación que yo tuve de niño es más que probable que la tengan los equipos de la NFL cada año cuando ven que su temporada está completamente perdida. A partir de finales de noviembre, surgen siempre especulaciones acerca de la posibilidad de equipos que quieren tomar un atajo en la reconstrucción de su maltrecha plantilla. La posibilidad de buscar perder partidos a fin de conseguir un mejor pick en el siguiente draft, en ocasiones permite acceder a un talento generacional que podría invertir su tendencia perdedora. Es lo que se conoce comúnmente como tanking. Hay quien piensa que esa idea es sólo parte de las conversaciones entre aficionados o periodistas, aunque probablemente la tentación pase en algún momento del proceso por la cabeza de algunos managers y propietarios de la liga. Pero, ¿es el tanking una posibilidad real? ¿Merecería la pena en caso de que así fuera?
De forma semejante a mi colegio con los exámenes de recuperación, la NFL dispone de un sistema en el que los que peor rinden tienen la posibilidad de reengancharse al grupo gracias a un beneficio extra permitido. Los equipos peor clasificados tendrán preferencia para elegir antes a los jugadores jóvenes de la universidad al año siguiente. Podríamos decir que la propia competición alimenta de alguna manera la opción de premiar al que lo hace mal, aunque lo que busque realmente sea compensar a los equipos más débiles para intentar igualar la competencia. Pero a diferencia de mi colegio, la NFL dispone de reglamentos en los que, tanto la liga en su conjunto, como los equipos y jugadores individualmente, se comprometen a velar por la honorabilidad del juego y no ir en contra de la integridad de la liga. Huelga decir que jugar para perder supone el mayor de los ataques a esa política de conducta. Además, dispone también de varias comisiones de investigación para analizar si un jugador o un equipo actúa de forma contraria a ellas, y podría sancionar a cualquiera de estos con multas económicas importantes o inhabilitándoles temporalmente. Y a los equipos también con la pérdida de picks del draft. Poca gente sabe que todas esas sanciones económicas se donan a causas benéficas a través de la Fundación NFL y al apoyo a leyendas de la Liga en dificultades, a través de la Fundación de Atletas Profesionales. Por lo que queda descartado el afán recaudatorio que muchos presuponen aquí.
Con esta estructura de salvaguardia de su integridad por parte de la NFL, junto con la renegociación de contratos en base a los méritos conseguidos y las estadísticas, me cuesta ver la razón por la que jugadores, entrenadores o managers sin su puesto asegurado propondrían perder a cambio de un premio del que quizá no se beneficiarán en el futuro, ya que probablemente perderán su puesto por las derrotas. Imagino equipos cansados de perder durante años estar más cerca de caer en la tentación, pero hay que tener en cuenta que cada franquicia es un negocio dentro de otro negocio mas grande, la propia liga. Por ello, pretender sacar ventaja a título individual atenta directamente contra la misma empresa que cada propietario tiene junto con otros 31, y traicionar la confianza del resto parece un punto de no retorno en tu reputación, como lo es para jugadores, entrenadores y managers si son descubiertos. Además, sucumbir al tanking supone pérdidas monetarias aseguradas a corto plazo en busca de mayores ganancias (económicas y deportivas) a largo plazo, las cuales entiendo que deben compensar por toda la regulación y molestias que la liga se ha tomado para evitarlas.
Pero si el riesgo económico parece evidente con estadios vacíos y aficiones decepcionadas abandonando a su equipo, el deportivo me parece mayor aún, por cuanto que asumir que un pick alto te garantiza cambiar la tendencia perdedora del equipo es mucho asumir. Esperar que un joven de veintipocos años que acaba de salir de la universidad solucione todos tus problemas parece una opción cuanto menos arriesgada. Generalmente, cuando una franquicia está en las peores posiciones de la clasificación, es porque tiene hándicaps mayores que la falta de talento en sus jugadores, y seguir perdiendo partidos sólo los aumentará.
Soy un firme creyente de ganar siempre. De que eso ayudará a tus entrenadores a ganar crédito, y a muchos de tus jugadores a evolucionar y convertirse así en competentes para el equipo. Después, con una peor elección del draft sí, llegará el turno del general manager para hacer su parte del trabajo, y subir a por el quarterback soñado, si eso es realmente lo único que le falta al equipo. La historia ha sido más agradecida con aquellos que subieron desde la parte media o baja del draft para conseguir a su mariscal de campo. Son menos las veces que un pick natural de los más altos mutó por completo a una franquicia sin un cambio de régimen con nuevo manager y entrenador. Si discrepas conmigo, es porque tienes algún nombre en la cabeza. Pero a mí me vienen a la cabeza Mahomes y Allen, cuyos equipos ya jugaban playoff cuando subieron en el draft a por ellos desde los picks #21 y #27 respectivamente. Me viene a la mente el Wentz que guió a los Eagles hasta las puertas de playoffs en el año de su anillo, a por el que Howie Roseman subió desde el pick #13. Y me vienen a la cabeza otros muchos quarterbacks elegidos en rondas medias y bajas que cambiaron el sino de su franquicia porque esta no decidió buscar un atajo, sino un proceso más lógico, y a buen seguro más lento.
Pero la historia también sospecha de los Colts de 2011 a los que se les lesionó Peyton Manning, y que consiguieron a Andrew Luck con el #1 del draft a base de derrotas cuestionables. De los Browns del moneyball y el 0-16 en 2017, que consiguieron a Baker Mayfield también en el pick más alto. De los Dolphins de Brian Flores, que pese a las últimas victorias, fueron investigados y sancionados (aunque por tampering). Y a los que curiosamente les llegó Tua al pick #6, el jugador por el que les acusaban de dejarse llevar.
Y este camino nos lleva inexorablemente a los Eagles de Pederson y Roseman en 2020, con el rookie Jalen Hurts jugando en Washington en aquella última jornada. Quitaron el pie del acelerador cuando hicieron jugar a Nate Sudfeld en los últimos minutos para dejar fuera de playoff a su rival histórico, los Giants, en una temporada de 4 victorias. Aquello se llevó lo poco que quedaba de Pederson en Philadelphia, pero dejó un pick 3 puestos más alto, un #6 en lugar del #9 en caso de haber ganado. Con él, Roseman engendró multitud de picks adicionales a partir de un intercambio con Dolphins y mediante varios traspasos más, los cuales culminaron con una 1a ronda extra que sirvió para reclutar a Jalen Carter. Lo que entre otros muchos otros aciertos, llevó a los Eagles a otra Superbowl, en la que quizá el karma por aquella maniobra les privó del trofeo Lombardi.
Para mí es inevitable pensar que aquella artimaña ocasional, en una organización funcional y con la intención de incorporar a un nuevo entrenador, es el único resquicio que a la NFL le queda por tapar en una rumorología mucho más grande que lo que a buen seguro es la realidad. Y que mientras algunos equipos, desesperados por ganar, siguen viendo en su orden de elección la solución a sus problemas, (de la misma manera que yo especulé en mis exámenes de recuperación), otros seguirán dominando la liga entendiendo que el éxito es parte de un proceso, honesto con uno mismo y con el resto, a base de un conjunto de buenas decisiones y una cultura ganadora. Y que esa es la única manera de mantenerse estable en el sobresaliente de la liga más difícil de ganar que existe.
Cuando faltan menos de diez días para el draft y los mocks se disparan en todas las direcciones llega el momento álgido de la confusión y el engaño por excelencia en la NFL. Es el momento en el que no tienes ni idea de qué creer y qué no, y en el que el engaño deja de venir desde fuera y empieza a venir desde dentro de ti mismo, porque acabas convenciéndote de acabará sucediendo lo que tú crees, y que el general manager de tu equipo elegirá a quien tú estás pensando. Si aún no lo crees, es que estás en el estado emocional previo a esta crisis. Crisis que por cierto dura hasta el día del draft, concretamente hasta que tu equipo está en el reloj, cuando se te viene abajo todo el chiringuito de los últimos días y te topas en modo pánico con la realidad. ¿Y si no lo elige?
En este artículo no pretendo adivinar (y mucho menos recomendar) qué jugadores debería elegir Gettleman a partir del día 23, simple y llanamente porque seguramente no lo sabrá ni él. Pero establecer el contexto de la situación del equipo puede ayudar a que el escenario del autoengaño, que seguramente también llegará, esté más justificado.
Punto de partida
Para empezar a explicar lo que podría suceder el próximo día 23 debo remontarme al 22 de diciembre del año pasado. Los Giants jugaban en Washington en el penúltimo partido de la temporada con el pick #2 provisional del draft y con el run run de los propietarios de que a final de la temporada habría que hablar seriamente de cómo cambiar el rumbo de la franquicia. Blanco y en botella, los dueños tenían sentenciado a Shurmur. Pero Gettleman, tal y como reconoció en su rueda de prensa a final de temporada, intentaba salvarle. Y en ese tira y afloja, con Manning maravillosamente despedido con una victoria frente a Miami, la decisión fue seguir compitiendo los dos partidos que quedaban de temporada. Antes de que me saltes a la yugular por lo que estoy insinuando, y que defendí meses atrás en el podcast de los Giants en español Zona Gigantes, diré que no defiendo en absoluto el tanking, me parece una idea terriblemente tóxica para el destino de una organización. Pero hay un caso, sólo uno, en el que sí que lo justifico, el que tiene lugar cuando la cultura de un entrenador ya sentenciado se ha desmoronado por completo y en la que los que toman las decisiones en la franquicia saben que se reseteará junto con media plantilla al finalizar la temporada. Si cuando decides despedir a un entrenador comienzas la nueva temporada con la búsqueda del sustituto, no veo razón para no empezarla también en el resto de decisiones de la gerencia, aunque afecten en el terreno de juego. Este es el único deporte en el que, en una situación concreta en la que no tienes nada que ganar, perder tiene un premio. Y gordo. Perder aquel partido (hay muchas formas de hacerlo) habría retenido el pick #2 para los de Nueva York. Ganarlo le asignó el #4. Haber ganado a los Eagles en la última jornada les habría bajado hasta el #7/#8. Luego volveremos sobre esto.
Pasado ese vendaval, llegó el siguiente casi de forma concatenada con el desplante del flamante casi nuevo head coach Matt Rhule, al que ya creían contratado, y la aparición casi celestial de Joe Judge, proveniente de los Patriots, con su cultura y seguramente su forma de jugar bajo el brazo. Old School, como Gettleman. Luego volveremos sobre esto.
Antes de la agencia libre se sucedieron las especulaciones acerca de si Gettleman renovaría a su más firme apuesta en contrataciones durante la pasada temporada, Leo Williams. Y a día de hoy ya sabemos que fue taggeado por Gettleman porque el acuerdo de larga duración ha sido imposible debido a los $15M que pide el jugador por temporada. Calcula el equivalente de dos años y poco como petición de dinero garantizado. Inasumible para un jugador que había ayudado ligeramente a detener el juego de carrera rival pero sin vestigios de pass rush. El problema principal ha sido haber pagado por él una 3ª ronda de 2020 y una 5ª de 2021, lo que fuerza la situación a tener que renovarle, dándole el mango de la sartén al jugador en la negociación. Gettleman dijo antes de ayer que no estaba preocupado porque Williams «no se iba a ir a ningún lado» y que jugará este año bajo el tag. Yo tampoco estoy preocupado, pero hay que tener presente que ese dinero, o como poco el liberado por un acuerdo de larga duración razonable podría haber ayudado a fichar el pass rusher élite que necesita este equipo. Varias fuentes afirmaron que Giants estuvo en la puja por Clowney y Ngakue, pero tal y como dijo el otro día Gettleman, no está interesado en sobre pagar por un pass rusher. Puede que incluso yo esté de acuerdo ya que sobre pagar es una expresión muy subjetiva.
Agencia Libre
Y entonces llegó la agencia libre. Con más de $70M disponibles en el cap, siguiendo su filosofía de que “los ataques hacen puntos pero las defensas ganan campeonatos” ha invertido más de $40M del cap en defensa con las contrataciones de Bradberry (CB, $10M), Blake Martínez (ILB, $10M), Kyler Fakrell (OLB, $4.5M), Austin Johnson (DT, $1.5M), el citado tag de Leo Williams (DT, $16M) y la merecida renovación de David Mayo (ILB, $3.5M). Salvo la gestión del asunto Williams, que acumula derroche tras derroche (primero en picks y luego en cap) por un jugador que no ha demostrado ni mucho menos lo que se está pagando por él, el resto de fichajes tienen muchísimo sentido y se han conseguido a precios razonables, dentro de lo poco razonable que suele ser la agencia libre. Y de esos fichajes se atisba un aroma inevitable a defensa Patriot que alternará sistemas 3-4 y 4-3 bajo la mano de Patrick Graham, ex coordinador defensivo de Dolphins y anteriormente miembro de la familia patriota durante 10 años. Eso dejaría, bajo mi punto de vista, 3 posiciones a rellenar en defensa cuyo reparto de importancia podría focalizar el draft hacia una u otra. Posiciones para las que Nueva York podría tener las soluciones ya en la plantilla, con jugadores que rindieron de forma excelsa en sus últimos partidos de la pasada temporada. OLB para el rush, donde ya cuenta con Oshane Ximines (3ª ronda de 2019), ILB de cobertura, donde ya tiene a Connelly (5ª ronda de 2019) y Free safety, donde ya drafteó a Julian Love (en la 4ª ronda también de 2019).
En ataque la inversión ha sido inferior, seguramente porque frente a la defensa 30 de la liga en puntos encajados, el ataque ocupó la posición 18 el pasado año. A las contrataciones de Cameron Fleming (RT, $3.5M), Levine Toilolo (TE, $3.2M), Colt McCoy (QB, $2.2M) y Dion Lewis (RB, 1.5M) se le han unido las renovaciones de varios receptores sin mucha influencia en el juego del año pasado, el QB back up y el tercer RB. Cody Core (WR), Corey Coleman (WR), Da’Mari Scott (WR), Alex Tanney (QB) y Elijaa Penny (RB). En total, estos 9 jugadores no impactan mucho más de $17M contra el cap y raro es que de ellos saliera más de un único titular (Fleming). De las nuevas contrataciones se puede leer entre líneas que el equipo pretende virar ostensiblemente hacia el juego de carrera y potenciar el peso específico de Saquon en el juego. Toilolo es un excelente bloqueador y el propio Fleming, aunque flojea en la defensa contra el pase, goza de una buena movilidad para bloquear la carrera en distintos niveles. Además, la incorporación de Dion Lewis encaja mucho en la idea de usar el cada vez más extendido 1-2 en el backfield, no necesariamente a modo de comité. Pero tampoco dándole a Lewis el papel secundario de un backup tradicional al uso. Aunque Gettleman ya fracasó con Shurmur en una idea similar, quizá por incapacidad del staff de entrenadores o por falta de medios, esta vez quiere darle una nueva oportunidad al plan haciendo algunos cambios. Y para replicar lo que hicieron en Cowboys estos años pasados se ha traído a Jason Garret como OC y a Marc Colombo de entrenador de OL.
Pero una vez detectadas las carencias a este lado del balón, no se atisba en la plantilla proyecto alguno para rellenar los huecos que aún tiene la actual plantilla en ataque, que son de tanto valor posicional como los de la defensa. Left tackle y center empiezan a ser dos males endémicos que se repiten año tras año en el tiempo de forma preocupante. Para cubrirse las espaldas (que no la posición con garantías) los Giants han hecho efectivo el roster bonus de $3M de Solder (LT) y mantienen a Spencer Pulley (C) en la plantilla. La situación de ambos respecto al cap es casi grotesca, ya que Pulley, que no ha jugado en 2019, liberaría casi $3M sin dejar dinero muerto en caso de ser cortado, y Solder, cuyo rendimiento ha sido más que sospechoso, liberaría $10M, pero dejaría otro tanto anulado en el cap. Esta circunstancia dificulta predecir si se quedará o se marchará. Mi teoría es que cortarles no es una decisión que los Giants tengan que tomar hasta que dispongan de sus sustitutos en la plantilla. Y al 100% seguro llegarán en el draft. La cuestión es cuándo.
Mate Solder en el partido contra Dolphins.
OLB, ILB, FS en defensa y, LT y C en ataque son las necesidades de un equipo joven que, pese a su aparentemente prolífico draft del año pasado, tiene un problema bien grande, tanto por la cantidad como por el valor posicional de esos agujeros que aún tiene por rellenar. Se trata de los más caros y difíciles de encontrar en la agencia libre, y los que requieren picks más altos en el draft. Las elecciones de primera ronda de los dos últimos años dejaron escapar gran parte de ese valor al escoger a Saquon, un RB, en el pick #2 general de 2019, y de Daniel Jones en el #6, en lugar de subir desde el #17 a por él y haber cogido un pass rusher en el primer pick.
Y aquí es donde retomo los cabos sueltos que he ido dejando en diferentes partes del artículo, porque los Giants no tienen picks suficientes en este draft para cubrirlos todos, y eso muy probablemente va a condicionar su estrategia.
El draft
Gracias a la victoria en Washington y al trade hasta ahora deficitario de Leonard Williams, el capital de draft de los Giants será sustancialmente menor al deseable. Elegirá el #4 en lugar del #2, en cada ronda, salvo en la 3ª, que es la que mandó a los Jets por Leo. Esto hace que definir una estrategia para el draft sea tremendamente más complejo que en otro supuesto más deseable y ventajoso. Por dos motivos:
porque no tiene picks suficientes en las 3 primeras rondas para elegir todas las posiciones de alto valor que necesita, y
porque el pick #4 en este draft, tal y como se están desarrollando los acontecimientos y el orden de elección de los equipos, tiene muy poco valor negociador para bajar y poder obtener picks extra. Valor que sí tiene el #3. (Trata de imaginar el #2).
Todo ello deja lugar a varios escenarios y estrategias que podría seguir Gettleman el día del draft. Pero debido al desconocimiento de los picks #2 y #3, la decisión, con trade down o no, será a buen seguro on the clock.
La primera disyuntiva es si elegir jugador defensivo u ofensivo, que no es poca cosa. Pero a mí me gusta enfocarlo desde el prisma de qué jugador en un valor tan alto como un pick #4 va a ayudar a dar un salto más grande a su unidad. Las opciones se reducen a 3: OLB, ILB como defensas y OT como atacante.
Barajemos el supuesto de que en el #4 están disponibles Chase Young (OLB) e Isaiah Simmons (ILB). OT del primer grupo habrá seguro puesto que hay 4. Existe la duda razonable de pensar que es una decisión que les haya costado tomar, pero que Gettleman ya tendrá tomada. La teoría dice que el valor posicional del pass rusher es mayor que la del linebacker interior, pero Isaiah Simmons no es un ILB corriente, ya que tiene un gran rango lateral y profundo, que encaja a la perfección en la defensa híbrida que los Giants quieren implantar con Patrick Graham, y que permitiría reducir la necesidad de tener que elegir en una ronda media a un safety, donde también él puede jugar. Así que, añadiendo la idea de Gettleman de no querer sobre pagar por pass rushers (y el pick #4 es un precio alto, no digo que injusto) hay que suponer que, en el draft board de los Giants Simmons estaría por delante de Young.
Ahora el otro análisis sería definir si elegir a Simmons o a un OT, ¿cuál da un mayor salto a su unidad? Si pensamos que para la defensa entre Ryan Conelly (ILB) y Julian Love (FS) podrían cubrir las posiciones en que más encajaría Simmons, en el caso del OT no existe más alternativa que la de Solder, con 32 años, un rendimiento muy bajo los dos últimos años y con un impacto de $20M en el cap. Un OT de mayor talento y con capacidad casi inmediata para jugar, implementaría una mejora sustancial en el juego de los dos picks más altos del equipo los dos últimos años, Saquon y Daniel. Los pilares sobre los que se cimenta el actual proyecto y la credibilidad de Gettleman como drafteador de grandes jugadores.
Volviendo a la medida en valor posicional de Simmons y un OT del primer grupo, es legítimo pensar que elegir un OT con el pick #4 es un reach claro y en el caso de Simmons quizá no lo sea si estamos hablando posiblemente de un jugador generacional, por mucho riesgo que entrañe por su adaptación al siguiente nivel.
Ante todas estas dudas, se puede pensar que lo mejor sería bajar en el draft con una trade, pero para bajar en el draft, hace falta alguien que quiera subir, y lo razonable es pensar que quien quiera sobrepasar a Miami, que además es el único que puede pagar el alto precio que Washington pedirá por el #2, preferirá comprar el #3 de Detroit y no asumir ningún riesgo comprando el #4 exponiéndose a que le sobrepasen en el pick de Lions. Es lo más razonable, y lo que complica el trade down de Giants. Sólo una elección de quarterback de Washington o Detroit en su pick y la de Chase Young del otro, podría poner nerviosos a los que eligen por detrás de Nueva York y les obligaría a subir al #4. Pero lo dicho, ya on the clock, una vez conocidos los 3 primeros picks.
Pero ¿bajar hasta dónde? Gettleman ha dicho que no lo harían más allá de donde puedan elegir a un jugador generacional. Sabemos que Simmons encaja en ese calificativo, ¿pero lo hace también alguno de los 4 OT del primer nivel? En caso de que no, el límite es el pick #6 de Chargers, donde aún sería factible elegír a Simmons y saberlo antes de llevar a cabo el trade. Miami quedaría descartado por cuanto parece muy interesado en un QB y con el fichaje de Elandon Roberts para acompañar a McMillan tiene la posición cubierta. Cualquiera de esos trades podrían tener como contrapartida mínima (si no superior en e caso de Chargers) un pick de 3ª ronda. Miami tiene el #70 y Chargers el #71. Allí los Giants tendrían más fácil encontrar a su center sea cual sea la ruta que siga finalmente la estrategia del draft, ya que al #99 que actualmente tienen será más complicado que lleguen ciertos nombres.
No habría que perder de vista otros posibles trades con equipos que eligen más abajo, pero teniendo claro que implicarían descartar la opción de Simmons y forzarían la estrategia muy probablemente a la elección de un OT en 1ª ronda. En este escenario sólo los Jaguars encajan, aunque hayan dicho que van a muerte con Gardner Minshew. Difícil de creer al haberse conocido esta información en estas fechas de troleo generalizado. Ese trade Gettleman no lo haría por menos del pick de 2ª ronda (#42) y seguramente una 4ª o 5ª ronda. Como mínimo. Estamos hablando de sacrificar a Simmons para conseguir a un pass rusher o a un center mejor, ya que tendría más lógica elegir un jugador de un valor posicional mayor que un LB convencional. Mmmm, OT, OLB y C en las dos primeras rondas a cambio de Simmons. Podría ser buena opción también.
Y hasta aquí las conjeturas sobre el pick de 1ª ronda de forma aislada, porque como hemos visto en los dos últimos supuestos, los de los trades, el draft es una estrategia en la que se ha de conseguir el mayor valor posicional al menos en las dos primeras rondas, si no en las 3 primeras, donde se deben conseguir titulares de impacto a corto plazo. En ellas los Giants deben salir sí o sí con un OT y un C. El complemento lo debe decidir la opción de Simmons en 1ª ronda. Y he aquí la pregunta definitiva ¿qué estrategia es la que le da más valor a los Giants en sus tres primeras rondas?
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Isaiah Simmons en la semifinal de College 2019 contra LSU.
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Estrategias para el draft
Ahora sí, vamos al lío, estas son las principales estrategias que Gettleman podría seguir en este draft. Elige la tuya y twiteamela a @pablogigante7:
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A)Elegir a Isaiah Simmons en el #4: Simmons fijaría toda la defensa junto con los jugadores ya en la plantilla y evitaría seguramente tener que draftear más jugadores defensivos antes de la 5ª ronda. Su pass rush interior, junto con el de Blake Martínez, podrían ahorrar al equipo tener que elegir a un rusher, labor que se confiaría a Ximines y Fackrell. Esta es la opción preferida de la mayoría de mis compañeros de Zona Gigantes, el Team Simmons. Isaiah Simmons, no matter what.
Para la 2ª ronda sería casi obligatoria la elección del OT, y para la tercera, muy probablemente un Center. Las rondas medias cubrirían WR, CB nickel, DT (como posible futuro sustituto de Williams si no firma el tago o no renovara después).
Aquí la clave está en que al no elegir OT, podría hacer que el cuarto de este primer grupo llegara incluso a Tampa (#14), y a partir de ahí no hay muchos equipos que tengan esta posición como principal prioridad habiéndose esfumado los mejores, lo que podría hacer que llegara al pick #36 de Nueva York el 6º/7º OT del draft, y que sería un jugador aún con mucho talento en una clase tremendamente profunda en la posición, algo que se ha encargado de resaltar Gettleman en los últimos días.
1ª (#4): Simmons 2ª (#36): OT 3ª (#99): C
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B) Elegir OT en el pick #4: Vale, ¿pero cuál? Porque Judge dijo ayer en su comparecencia de prensa que elegirían en el #4 al jugador de mayor talento y mayor progresión a futuro. Si es un OT, quizá no sea ninguno de los que ya están listos y por eso mantienen a Solder, con vista a que el novato no empiece como titular. Tristan Wirfs ha cogido mucha fuerza en las últimas semanas.
Aquí es donde hago de abogado del diablo y pongo sobre la mesa la opción de que Gettleman haya jugado al despiste afirmando no querer sobrepagar por un edge (OLB), pudiendo elegir a uno de los OT más formados y cortando a Solder para abrir el cap necesario para contratar a Ngakoue o Clowney. Remoto, pero posible.
Continuando con la opción del OT de mayor progresión, en 2ª ronda la idea sería muy probablemente un edge, para conseguir el rush al que se renunció sin Simmons. Y en 3ª (pick #99), un C si llegara alguno del primer grupo, y en caso contrario un receptor o un safety.
1ª (#4): OT (Wirfs) 2ª (#36): EDGE 3ª (#99): C/WR/S
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C) Trade down al pick #5:
La razón de valorar este trade down a cambio de una 3ª ronda es porque si Miami hace este intercambio es porque no está desesperado por su QB, ya que no habrá subido más arriba, y lo hará seguramente para protegerse de Chargers, que muy probablemente no esté en la puja. En caso de estarlo, es más probable el siguiente supuesto.
C1) 1ª (#5): Simmons 2ª (#36): OT 3ª (#70): C 3º (#99) WR / CB
C2) 1ª (#5): OT 2ª (#36): EDGE 3ª (#70): C 3º (#99) WR / CB
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D) Trade down al pick #6:
El intercambio con Chargers será bastante más lucrativo que con Dolphins, ya que defender una posición no es lo mismo que querer adelantar a otro equipo en el draft. Y además Giants se expone a una posible subida de Panthers al #5 a por Simmons si estuviera aún en el board. Gettleman no aceptará menos de una 2ª si acepta ese riesgo.
D1) 1ª (#6): Simmons 2ª (#36): OT 2ª (#42): C 3º (#99) WR / CB
D2) 1ª (#6): OT 2ª (#36): EDGE 2ª (#42): C 3º (#99) WR / CB
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E)Trade down al pick #9:
1ª (#9): OT 2ª (#36): EDGE/C 2ª (#42): C/EDGE 3ª (#73): WR 3ª (#99): BPA
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El valor estándar de esta subida es una 2ª ronda media-alta, pero al pretender subir y adelantar a uno o dos equipos que también parecen pretender QB, Gettelman podría conseguir una 2ª ronda de 2020 y, o bien una 3ª de 2020 (#73) o bien una 2ª de 2021 (una de estas dos).
No parece factible ningún intercambio de picks con un equipo que elija por debajo del #9.
Supongo que tú ya tendrás en tu cabeza tu opción preferida. Yo también. La D1) y la C1) tradeando hacia abajo y consiguiendo un pick extra además de Simmons son mis opciones preferidas, en ese orden. Pero tampoco me iría descontento a la cama el día 23 si Gettleman se anima a seguir la estrategia E), el trade down con Jaguars. En caso de no poder bajar, creo firmemente en que la opción A) es la que le da a los Giants el mayor valor como estrategia en las primeras rondas del draft, ya que el OT #6 ó #7 de este draft seguiría siendo un jugador muy importante en la posición y con un descenso de talento más bajo respecto al mejor OT en comparación con la diferencia de talento entre Simmons y la siguiente elección de jugadores que cubran el hueco que él no llenaría. Sea como fuere, dejemos que Gettleman nos sorprenda y nos saque de nuestro engaño. Siempre ha tenido esa habilidad natural para hacerlo.
Cada año, todos y cada uno de ellos, la gran mayoría de los aficionados a la NFL nos convertimos en el general manager de nuestro equipo. Es inevitable, superior a nuestras fuerzas, y este año, superior también a un síndrome de aburrimiento que se va convirtiendo en ansiedad cada día que nos acercamos al del draft.
Anteayer, noche de Viernes Santo, fueron crucificados en Spanishbowl los 32 general managers de la liga para que emergieran desde sus casas otros 32 nuevos gerentes que se encargarían de traernos el oro y el incienso con el que todos los aficionados hispanos soñamos para nuestros equipos. La mirra y la 3ª ronda quedarán para la imaginación de cada uno porque si no daban las tantas.
En forma de mock draft global, simulando el que probablemente veamos el próximo día 23, y que algunos imaginamos real, toda la comunidad Spanishbowl se sentó a la mesa a cenar picks de draft con la pasión que sólo tiene este deporte fuera de los terrenos de juego. Cada uno a su manera, solucionó en apenas dos rondas casi todos los problemas de su equipo en esta offseason. Spoiler, este año habrá liga y habrá 32 campeones. Un trofeo Lombardi para cada uno. Esa fue la sensación con la que se fueron todos a la cama desde unas war room más customizadas que las de verdad.
On the clock
Apenas pasadas las 10 de la noche, Antonio Magón nos dejó a todos atónitos al coger a Joe Burrow con el #1. Es broma claro, no hay secreto que se haya gritado más en estas últimas semanas. Tiene la camiseta colgada ya en casa. Disimula un poco. Menos sorpresa aún fueron los escarceos en forma de trades del maestro Maisterrena, de arriba abajo y de abajo arriba en nombre de los Redskins. Y todo para que los Dolphins pudieran tener a Tua y los Redskins a Chase, claro. Simmons voló a la gran manzana, que seguramente se comerá, con algún que otro tight end. Y simba Okudah se convertirá en el rey de los Lions.
Y llegó el festival de tackles. Chargers, Buccaneers, Browns y Jets se llevaron al poker de gigantes de línea ofensiva (Becton, Wills, Wirfs y Thomas, en ese orden), y Cardinals al tackle defensivo (Derrick Brown). En ese desfile se colaron los reyes de las rutas, Lamb será un Jaguar y Jeudy un Raider.
Ceedee Lamb y Jerry Jeudy. Fuente: SNY
Con el pick de Indianápolis, donde mandaron a DeForest Buckner, los 49ers encontraron a su sustituto con Javon Kinlaw. Y los Falcons recuperan su rush con Chaisson. Y ahí se coló Henry Ruggs en el festival defensivo como bronco desbocado camino a Denver. Panthers y Cowboys se dieron sendos caprichos de CB tras los despechos de agencia libre de Bradberry y Byron Jones, rellenando sus huecos con Henderson y Jaylon Johnson. Pero para capricho, el de Packers subiendo hasta el #18 (ya de Redskins) por Kenneth Murray. Otro hachazo del profesor, Maisterrena claro.
En plena zona media, Raiders y Jaguars se volvieron a copiar la posición y se pasaron por Mapfre a por sus safeties McKinney y Delpit. Dormirán más tranquilos, seguro. En el #21, el seguro de Eagles será el receptor Jefferson. Ponte las pilas JJ.
Y llegó el robo de la noche, escucho a Andrés Montes llamándole Carpanta, es Cedric encontrando 16 puestos más abajo de las previsiones al sustituto de Big Ben. Si Herbert iba a ser el sustituto de Brady o de Brees nunca lo sabremos. Patriots y Saints fueron a por LB, Zach Brown y Patrick Queen, casi nada. Y Vikings que no se cansa de draftear CB, este año también, esta vez Jeff Gladney.
En el #26, el quinto OT de la noche, los que aún no tienen al suyo ya se ponen nerviosos. Josh Jones a Dolphins, para suplir a Tunsill. Fue la antesala de la decepción de la noche. Seahawks, que no tradeó para abajo. Algo así como una SB sin alftime show. Las tradiciones se respetan. Pero es de entender porque Epenesa era mucho caramelo para dejarse caer.
Otro pelotazo fue el de Nayo, en plan abuso, chorreando dice Michel. Pierden a Yanda y reclutan a Cesar Ruiz. Lo queríamos casi todos. Se lo llevaron los cuervos. Hay cosas que no se pueden dejar por ahí sueltas mucho tiempo, sobre todo si brillan.
Cesar Ruiz IOL de Michigan.
En la recta final de la primera ronda, Titans y Redskins (estos por el mercadeo con Packers) encontraron a sus CB de futuro en Fulton y AJ Terrell respectivamente. 49ers volvió a por otro juguete para el ataque de Shanahan, ojo a Reagor en Fantasy. Y Chiefs fue a por el sexto OT de la noche. Nunca se tienen suficientes OL, Andy Reid lo sabe.
Alegría y alboroto
Como sabemos todos que estos picks nos hicieron felices, aunque alguno no fuera el proyectado de inicio. Hacen mejor a nuestro equipo, nos lo dijo Montero, digo Montoro, de Route Running. Tus muertos, qué pedazo de guía. Brutal, pero esto no se hace. O sí, que algunos se aburren. O se pierden con el collegue como yo, que volveré a suspenderlo una vez más. Pa septiembre.
En definitiva, los picks. Si luego decepcionan no nos importa. Es abril, ya es navidad en el corte inglés, el de la NFL xD. Suenan los villancicos y ruedan las caricaturas de Sergi Bia. Chulada.
Y ahora llegarán esos 32 canallas que tenemos por general managers, los de verdad, y girarán el volante, porque ellos tenían otra cosa en su cabeza. Otra cosa que no entendemos. Pero que también nos hará felices. O no. Yo que sé. Hay de todo. Y se viene la segunda ronda. Más trades, como si no costaran. Estáis enfermos. Maravillosamente enfermos. Como todos los que esta noche adelantada del día 23 os hemos escuchado, tan nerviosos como ilusionados. Como lo estábamos de pequeños esperando a los Reyes Magos. ¡¡¡Mamá han llegado los Reyes!!! Los 32 reyes magos de Spanishbowl. GRACIAS.
1ª RONDA
Pick Jugador Posición Equipo – Trade con
#1 Joe Burrow QB Bengals
#2 Tua Tagovailoa QB Dolphins – Redskins
#3 Chase Young DE Redskins – Lions
#4 Isaiah Simmons LB Giants
#5 Jeff Okudah CB Lions – Redskins (via Miami)
#6 Mecki Becton OT Chargers
#7 Jedrick Wills OT Buccaneers- Panthers
#8 Derrick Brown DT Cardinals
#9 Ceedee Lamb WR Jaguars
#10 Tristan Wirfs OT Browns
#11 Andrew Thomas OT Jets
#12 Jeffrey Jeudy WR Raiders
#13 Javon Kinlaw DL 49ers
#14 Klavon Chaisson OLB Falcons – Buccaneers
#15 Henry Ruggs WR Broncos
#16 CJ Henderson CB Panthers – Buccaneers (via Falcons)
Discurso del capitán de los Bills, Micah Hyde, al resto de sus compañeros.
Michael Lombardi, ex ejecutivo de los New England Patriots entre 2014-2016, con 2 victorias en la superbowl, escribió no hace mucho en uno de sus artículos en The Athletic, “el primer error que hay que evitar cuando se gestiona una franquicia NFL es pensar que es una empresa diferente y que no funcionará la misma estrategia comercial. No es cierto, el football es un negocio, puro y simple, y el primer activo que se debe tener es el sentido común. Después, es necesario desarrollar el liderazgo de los entrenadores dentro de la organización, y por último, crear una identidad propia, una marca.”
Viendo cómo construyeron sus equipos los mejores general managers de la liga, los que acostumbran a tener a sus equipos en playoffs o los que están sabiendo construir mejor sus opciones de cara a un futuro próximo, (Belichick, Schneider, Roseman, Snead y Ballard), pueden intuirse ciertas líneas de gestión similares entre sí. Y aunque fueron diversas las formas de crear cada uno de estos equipos, en fundamento, no difieren de la teoría de Lombardi, y necesitaron como cualquier plan exitoso, de una serie de premisas para poder llevarse a cabo.
ESTABILIDAD. Lo primero que se necesita para establecer un proyecto
deportivo ganador es una cultura de
equipo, y para definirla y asentarla es necesaria la confianza del
propietario. No hay un equipo ganador sin estabilidad. El problema es que para
conseguir la estabilidad y la confianza a largo plazo de un propietario en esta
liga, paradójicamente, es necesario demostrar rápidamente que eres el adecuado
para el puesto, y eso suele ser valorado sólo en resultados, en victorias. Para
ello, lo normal es tener que demostrarlo en los dos primeros años en el cargo. Disponer
de 3 años no es lo habitual.
Esa cultura debe trascender además al cuerpo de entrenadores, que son quienes terminarán de transmitir con su liderazgo la cultura a los jugadores en el terreno de juego. Deben ir en la misma línea de acción que la gerencia, y deben demostrar también sus habilidades para desarrollar jugadores en ese período razonable de tiempo de dos años. Muchas veces se pierde de vista la importancia de esta cualidad de los entrenadores cuando quizá sea la más importante de todas, ya que ella permite optimizar el roster y aumentar el valor de los activos más importantes de la franquicia. De ahí que la tendencia reciente en la NFL haya empezado a ser la de contratar primero al entrenador jefe (HC) con esas habilidades especiales y darle a él plenos poderes incluso por encima del general manager, que es contratado después ya con la aprobación del entrenador. O la opción de otorgarle el cargo de general manager al propio head coach. Es la disyuntiva de quién debe estar sobre quién y tener la última palabra.
Bill Belichick entrenador y GM de los NE Patriots con el trofeo Vince Lombardi. Foto: Getty Images.
DEFINIR LA VENTANA DE
OPORTUNIDAD. El objetivo de este proceso es,
mediante esa cultura, establecer la ventana de oportunidad de victoria en esos
2 años como mucho. Ese es el plazo para construir un equipo que sea contender
al tercer año. Roseman y Belichick jugaron y ganaron su primera superbowl en su
segundo año. Schneider jugó playoff en su primera y tercera temporadas, y posteriormente
disputó dos superbowls en los dos años siguientes. Por su parte, Les Snead jugó
la superbowl en su primer año como GM de plenos poderes. Sólo Chris Ballard,
seguramente a causa de la prematura retirada de Andrew Luck que trastocó todos
sus planes, aún no ha jugado el gran partido.
FICHAR PRIORIDADES. Definida la cultura, llega la hora de invertir los recursos
de acuerdo a esa filosofía de juego, esa identidad
que define qué tipo de equipo se quiere ser (corredor o pasador, defensivo u
ofensivo, explosivo o gestor del reloj, …). Para ello, es muy importante
establecer las prioridades y hacerse cuanto antes con los jugadores de las unidades principales para la forma de juego
elegida, que en muchas de ellas suelen ser las trincheras, la líneas ofensiva
(OL) y defensiva (DL). Una, para evitar que el rival corra con el balón, y otra,
para hacer funcionar el propio ataque y poder manejar el ritmo del partido.
Además, ambas unidades necesitan tiempo para compenetrarse, por lo que es
recomendale fichar y/o draftear cuanto antes en esas posiciones. Pero en otras
formas de juego podría ser vital por ejemplo la secundaria, lo que requeriría
de abordar pronto otros perfiles de jugadores.
OPTIMIZACIÓN DEL CAP. Pero en ese proceso de reclutamiento de jugadores de acuerdo al plan, otro objetivo debe ser siempre optimizar al máximo el cap, también con una cultura específica y una identidad en esta parcela de la franquicia. Por ello, no puede perderse de vista nunca el valor posicional de los jugadores, dentro de la liga y dentro del equipo. Ni todas las posiciones son igual de importantes dentro del equipo ni, ni todas las posiciones se pagan igual, ni todas tienen la misma durabilidad. Hay algunas que están mucho mejor pagadas que otras en la liga, y disponer de contratos rookie en algunas de ellas durante la ventana de oportunidad puede dar la flexibilidad para contratar o renovar mejores jugadores en otras posiciones del equipo. Usar las elecciones altas del draft para reunir el mayor talento posible mediante contratos de rookie en posiciones de bajo coste es una buena forma de malgastar los recursos de los que se dispone.
Existen otras soluciones para conseguir talento a bajo coste a base de veteranos fiables y baratos en contratos de corta duración, o conseguir jugadores drafteados o renovados con contratos de larga duración a un coste inferior al de mercado por extenderles el contrato antes de de que se conviertan en agentes libres. No es necesario gastar mucho dinero en jugadores contrastados y caros para tener un equipo exitoso. De hecho, salvo Les Snead en su primer año, ninguno de los general managers de los que hablaba llevó a cabo este tipo de movimientos. Todo lo contrario.
RIESGO/BENEFICIO. Como en cualquier empresa, es fundamental obtener de tus inversiones el mayor beneficio con el menor riesgo posible. Por ello, siempre será peor pagar en la agencia libre por un jugador que viene de otro equipo (y que no has probado en tu sistema y en tu vestuario), que un jugador que ya demostró ser valioso dentro del equipo y que además ocupa una de las posiciones importantes dentro de tu forma de jugar. Es el mismo riesgo de la inversión del que se habla siempre en el draft. ¿Por qué iba a ser diferente en el resto de decisiones? La propensión a las lesiones, la edad y el carácter del jugador suelen ser las 3 variables a medir para valorar el riesgo y ajustar el precio de mercado del jugador de acuerdo a su rendimiento en el campo. Y también por lo tanto, para tomar o no la decisión de ficharlo o renovarlo.
Antonio Brown, la apuesta fallida de los Oakland Raiders. Foto: AP/Ben Margot
FLEXIBILIDAD: Además, y esta es una parte fundamental en la construcción de plantillas, esos contratos de agencia libre, firmados en la puja con otros equipos pretendientes, suelen firmarse con grandes cantidades de dinero garantizado, en su mayoría signing bonus que se prorratean en el tiempo en caps de años futuros. Algunos general managers creen estar ahorrando dinero en el cap del año presente, cuando lo que realmente están haciendo es comprometer el cap de los años siguientes. Y todo ello con el riego constante de lesión o ajo rendimiento del jugador, lo que en caso de querer cortarle o traspasarle dejaría grandes cantidades de dinero muerto en el cap, sin correlación de rendimiento en el campo.
En contraposición a esta estrategia, lo ideal, aunque difícil
de conseguir, es repercutir contra el cap la mayor parte de los contratos por
adelantado y prorratear la menor cantidad de dinero posible. Es decir, incluir
en el cap del primer año la mayor cantidad de dinero garantizado, y que no sea
mediante signing bonus prorrateados, sino en forma de salario y roster bonus
(que no se prorratean en caps de años futuros). Esto dará flexibilidad total al equipo, ya que le permitirá decidir sobre el
jugador ante cualquier eventualidad (lesión, bajo rendimiento o problema
disciplinario), sin miedo a dejar grandes cantidades de dinero muerto que
lastren a la franquicia durante un tiempo. Otra forma de conseguirlo es
mediante contratos de corta duración. De este modo, el dinero gastado es más
probable que se correlacione con rendimiento en el terreno de juego, ya que las
renovaciones se harán por cantidades garantizadas menores y sin prorratear
dinero.
Imagina la diferencia entre fichar a un jugador durante 4 años y con un signing bonus equivalente a 3 años del contrato, y otro jugador, no necesariamente mucho peor, con un contrato de un año en el que todo es salario. El primero de ellos es muy probable que si se lesiona el primer año, tengas que tenerlo al menos 3 años en el equipo, aunque no juegue. El segundo, puedes decidir cortarle en cualquier momento por la razón que sea. Se trata de dos casos extremos, ya que hay muchos matices y puntos intermedios, pero creo que se entiende la diferencia.
PLAN. El proceso ideal para crear una plantilla es draftear a tus
jugadores, disponer de ellos 4 ó 5 años en contrato rookie y luego renovarlos
al precio que merezcan de acuerdo a la importancia en el equipo y al
rendimiento demostrado en él. En ese contexto, el riesgo es mínimo, ya que se
conoce al jugador, (su historial de lesiones incluído), y se sabe cómo encaja
en el sistema y el rendimiento que probablemente dará en el futuro. El riesgo
de esta operación es mínimo. Por contra, está la opción de pagar en la agencia
libre por jugadores que seguramente se fichen para suplir a algún jugador
drafteado por el equipo que fracasó. Pagar a otro que hizo bien el trabajo que se
hizo mal. Y ello, con un dinero garantizado que compromete el futuro de la
franquicia. Riesgo máximo.
La primera opción te permitirá controlar las renovaciones y por tanto el dinero del cap, de tal manera que es más fácil ampliar tu ventana de oportunidad de victoria. La segunda opción te acerca a esa ventana de oportunidad pero aumenta también el riesgo de dejarte hipotecado a futuro y a merced de las posibles lesiones, bajones de rendimiento, etc… Lo que también reduce en gran medida el tiempo de duración de esa ventana de tiempo para ser competitivo para ganar. Lo cual no significa que como plan a corto plazo no pueda salir bien. Esa es la excusa a la que se agarran los general managers de nivel medio o bajo y que en muchoas ocasiones toman sus decisiones bajo la presión de necesitar resultados inmediatos. Esta fórmula, rara vez tiene la recompensa más grande.
Al final, todo buen plan se basa en la estabilidad, en la previsión
que permita optimizar el cap y en poder mantener en el tiempo un sistema que
permita reponer regularmente la plantilla de jugadores con el mayor talento y
el menor coste posibles. Para ello, es importante no dejar los números al azar
y conseguir la mayor flexibilidad de forma regular, ya que el football es un
deporte lleno de contratiempos que requieren de soluciones rápidas y
generalmente costosas.
Volviendo a la frase de Michael Lombardi de que el football
es un negocio, conceptos como estabilidad, objetivos (ventana de oportunidad),
optimización de recursos (cap), establecer prioridades (fichajes iniciales),
minimizar los riesgos, aumentar los beneficios, reducir el apalancamiento
(dinero prorrateado) y en definitiva, seguir un plan de acción, no dejan de ser
el léxico por el que se guía cualquier empresa.
Si te interesa todo lo referente al salary cap, la agencia libre, el draft y la gestión plantillas de la NFL tienes mucho más en el libro …
Pick #2 del pasado draft en Nashville. Foto: Joe Robbins/Getty Images.
ANTES DEL DRAFT. CONCEPTOS BÁSICOS
¿Qué es el draft?
Es el proceso por el que los equipos de la NFL eligen
de una forma ordenada y predefinida por reglamento los derechos para jugar en
la liga sobre los mejores jugadores del collegue football y otras ligas.
Es importante subrayar que lo que se define en el draft es únicamente dónde podrá jugar, en qué equipo jugaría si fuera a la NFL. Pero no necesariamente implica un acuerdo entre la franquicia y el jugador, que podría no llegar a producirse.
¿En qué orden eligen los equipos?
Bajo la premisa de equilibrar la competición cada año,
el orden de elección se establece de acuerdo a los resultados, y de forma
inversa a la clasificación final del año anterior. Así, las elecciones se
establecerán de la siguiente manera:
los equipos no
clasificados para playoff elegirán entre las posiciones 1 y 20. Eligiendo
primero el equipo con menor número de victorias.
los equipos
clasificados para playoff elegirán entre el 21 y el 32.
los equipos
eliminados en wild card elegirán entre las posiciones 21 y 24.
los eliminados en
ronda divisional entre el 25 y el 28.
los eliminados en
final de conferencia elegirán en las posiciones 29 y 30.
el equipo perdedor
de la Superbowl elegirá en el 31
el campeón elegirá
en último lugar, el 32.
Pero, ¿cómo se establece el orden de elección entre los
equipos igualados en la clasificación? Es decir, ¿quién elige primero entre los
equipos que no jugaron en playoff y consiguieron el mismo número de victorias?
¿O entre los equipos eliminados en la misma ronda de playoffs?
Se
decide por un criterio que se conoce como fuerza de calendario o strengh of schedule del año anterior,
que no es otra cosa que el porcentaje de victorias de los oponentes que tuvo
cada equipo el año anterior al draft. El equipo que jugó contra equipos con
mayor porcentaje de victorias, con una fuerza de calendario mayor, tendrá
derecho a elegir antes.
En
caso de que la fuerza de calendario de 2 o más equipos fuera la misma, se
tienen en cuenta los enfrentamientos contra oponentes comunes en su división, o
en su conferencia si perdurara el empate. En último caso, el desempate se
realizará por el lanzamiento de una moneda.
De acuerdo a estos criterios, este orden de elección
establecerá cuándo elige cada equipo durante las 7 rondas de que se compone el
draft.
Elecciones compensatorias
De forma adicional a las elecciones naturales de cada equipo durante las 7 rondas, se reparten un total de 32 picks extra entre la 3ª y 7ª rondas de acuerdo a los agentes libres perdidos por los equipos durante la offseason del año anterior. Picks compensatorios que se asignan al final de esas rondas.
Cada elección compensatoria depende de la calidad y cantidad de los agentes libres perdidos por cada equipo. Sólo cuando se conocen todos los traspasos del año anterior y sus nuevos contratos, se puede conocer cuántos agentes libres corresponderán a cada ronda entre la 3ª y la 7ª.
Asignados los picks, queda definitivamente establecido el orden para todas y cada una de las 256 elecciones que puede haber como máximo en el draft. Este año serán un total de 255. Y al igual que el resto, los picks compensatorios se pueden intercambiar, en traspasos a cambio de jugadores o de otros picks del draft.
Preparativos. Los draft boards y la war room
Pero volvamos al proceso y a cómo se desarrolla para poder entender cómo funciona todo. La liga le da a los equipos 7 monedas de diferente valor que deben emplear en conseguir el máximo retorno posible en forma de jugadores para mejorar su plantilla. Por eso, la decisión de a qué chicos elegir no se toma a la ligera y se viene macerando desde mucho tiempo atrás.
Primero, los equipos de scouting analizan a todos los jugadores del collegue para extraer a unos pocos que realmente merecen la pena. Luego, en la combine y los pro day de las universidades son escrutados más a fondo. Ese proceso de análisis para la toma definitiva de decisiones no se detiene durante marzo y abril. Hasta el mismo día del draft surgen informaciones o intereses (reales o ficticios) de otros equipos que varían la lista de preferencias de cada franquicia, que es lo que se conoce como los draft boards.
Los draft boards o big boards son, como su propio nombre indica, grandes paneles con
multitud de información que cada equipo elabora indicando las necesidades de
cada una de las otras 31 franquicias (colocadas por orden de elección) y un
listado de todos los jugadores disponibles para elegir ordenados por la preferencia
del propio equipo. Una infinidad de datos bien estructurados que permitirá al
equipo en cuestión analizar con rapidez lo que está pasando a medida que se
desarrolla el draft. Y sobre todo, cómo reaccionar y elegir rápidamente al
jugador adecuado. El draft board aporta de un vistazo la información necesaria
para el personal del equipo que tendrá la última palabra en la elección
definitiva.
Estos draft boards son fundamentales en el momento en
que un equipo esté on the clock,
cuando el reloj muestra cómo se reduce el tiempo que cada equipo tiene para
hacer su elección, antes de que se abra el turno para el siguiente.
La razón de que se dé un período de tiempo en cada
elección es básicamente porque aunque cada equipo tenga muy claro lo que quiere
hacer y qué jugadores quiere elegir, y por muy detallado que lo tenga en su
draft board, esas elecciones pueden haber desaparecido de la lista de jugadores
elegibles porque otros equipos los hayan elegido antes. Que de hecho es lo que
suele suceder. De ahí que sea necesario un tiempo para consultar el draft board
y ver qué jugadores están disponibles antes de elegir. Ese lapso de tiempo, que
corre como la pólvora, también suele ser muy frecuentemente utilizado por los
equipos para negociar. Luego veremos cómo.
War room.
Estos draft boards y todo el personal de la gerencia del equipo, el front office, se encierra durante el
draft en una sala dentro de sus instalaciones (en su ciudad) en la que no
perderán detalle de todo lo que va sucediendo. Allí se analizarán los datos, se
consultará el draft board, se contrastarán opiniones, y se tomarán las
decisiones para elegir a uno u otro jugador.
Los equipos organizan su war room de
diversas maneras, con una o varias mesas dentro de la misma sala. Pero el
personal de cada una que se sienta en ellas suele ser el mismo. En la cabecera
de la mesa más importante, frente al big board y una gran pantalla, se coloca
el general manager. Junto a él, su asistente de confianza y el head coach.
Después, los directores de personal. También estarán el gestor del cap y los
contratos (para asesorar sobre los números si la elección de un jugador tiene
que implicar el corte de otro, o si un traspaso de rondas implica gastarse más
dinero), y un analista estadístico que se encarga de valorar las propuestas de
traspaso de otros equipos de acuerdo a unas tablas y cuadros contrastados. Por
último, también estarán a mano los médicos y entrenadores del equipo, con toda
la información médica y física de los jugadores. Generalmente, suelen estar allí
los propietarios y sus familiares y/o amigos. Aunque suelen estar sólo la
primera ronda.
War room de los Dallas Cowbys en el draft. Foto: Getty Images.
DURANTE EL DRAFT
¿Cómo funciona el draft?
Todo
empieza con un breve discurso del comisionado sobre lo contento que está de
celebrar el draft en esa ciudad, mientras el cual, la gente le abucheará. Cada
uno tendrá sus razones, pero el caso es que siempre las tienen. Y este discurso
finalizará con la frase “the [2020] NFL
draft is now oficially open. The [nombre del equipo que elige en primer lugar]
are on the clock”, lo que activará el reloj descendente que indica el
tiempo que le queda a ese equipo para realizar y comunicar su elección. Cada
equipo dispone de un período de tiempo para elegir a un jugador en su turno, y
durante ese tiempo, nadie más puede elegir jugadores.
Como decía, la war room tiene línea directa con los dos miembros
del equipo que se sientan en la mesa que cada franquicia tiene en el evento,
junto al escenario donde se anunciarán las elecciones. Ellos son los encargados
de recibir la decisión desde la war room, escribirla en una tarjeta y hacérsela
llegar al personal de la liga. En ese momento, la elección ya es oficial, y se
anuncia en las pantallas gigantes de la sala del draft bajo la expresión “the pick is in”, lo que informa a los
asistentes de que la elección ha sido confirmada.
Momento en que Panthers entregó la tarjeta de McCaffrey. Foto: Getty Images.
Al
recibir la tarjeta, el representante de la liga lo notifica a los encargados de
personal de jugadores de la NFL, y se checkea para ver que es correcto, antes
de que el comisionado salga al atril y anuncie públicamente cuál ha sido el
jugador elegido. La primera elección general del año pasado sonó así:
“With the first pick of the 2019 NFL
draft, the Arizona Cardinals select, Kyler Murray, quarterback, Oklahoma”. Pick
global, equipo, jugador, posición y universidad en la que jugó su último año,
es la estructura que se repite durante todo el draft para anunciar a todos los
jugadores.
En
la primera ronda, que es la única
que se celebra el jueves, cada equipo dispone de 10 minutos para realizar su elección o pick y comunicarla al personal de la liga para que la anuncie. Una
vez entregada, como se convierte en oficial, comienza a correr el reloj para el
equipo que elige en siguiente lugar.
En el caso de haber agotado sus 10 minutos y no haber entregado la tarjeta a tiempo, comenzará automáticamente el tiempo de elección del siguiente equipo. Aunque el equipo que agotó el reloj no pierde la posibilidad de elegir a un jugador. Simplemente que el siguiente equipo puede elegir al suyo, pudiendo adelantarse al equipo del turno anterior.
La
segunda y tercera rondas, que se
celebran el viernes, funcionan exactamente igual, pero con la diferencia que
cada equipo dispone sólo de 7 minutos
para realizar su pick.
El
sábado se celebran las rondas de la
cuarta a la séptima, donde cada equipo dispondrá ya de sólo 5 minutos para decidir y comunicar cada
pick.
Aunque este año todo será diferente a consecuencia del coronavirus y las restricciones para evitar contagios, normalmente el comisionado suele anunciar únicamente la primera ronda, y tras nombrar cada pick, se abraza con el jugador elegido y posa con él y la camiseta del equipo ante los fotógrafos. Igual que hacen en la NBA, donde se ponen una gorra del equipo que les elige.
A
partir de la segunda ronda, los picks son anunciados por jugadores, ex
jugadores, aficionados y demás personas afines al equipo que elige. Muchas de
ellas, ya no se anunciarán desde el atril en la sede del evento sino desde
diferentes puntos del país. Algunas veces, incluso desde alguna base militar
fuera de los Estados Unidos, en homenaje a las tropas desplazadas fuera del
país.
Ser
elegido en el pick #1 global es a la par que un gran honor, una gran
responsabilidad. Y traerá consigo un gran contrato. Pero salvo que el equipo
que tenía ese pick lo haya conseguido mediante un cambio, también significa que
va al peor equipo de la liga, lo cual hace más difícil que ese jugador termine
triunfando.
Los
jugadores elegidos en 1ª ronda suelen recibir la llamada de su general manager
antes de que se anuncie su elección. Entiendo que para disponer de algo más de
información acerca del jugador y las ganas que tiene de jugar para el equipo.
Pero televisivamente me parece una chapuza gigantesca, ya que las reacciones de
los chicos pierden toda su naturalidad y espontaneidad.
Los
jugadores elegidos en primera ronda suelen viajar inmediatamente después de ser
elegidos a la ciudad del equipo que los eligió. Allí harán una rueda de prensa
y se harán la foto de rigor con la camiseta de su nuevo equipo, su entrenador y
su general manager.
Formas de elección
Un
error en el que no se debe caer es pensar que el jugador que se elige en primer
lugar es el mejor jugador de la universidad, o que los jugadores que se eligen
antes son mejores que los que se eligen después. Sobre el papel debería ser
así, pero ya hemos visto que en algunas ocasiones, los jugadores son elegidos
en el draft de acuerdo a las necesidades de los equipos. Esto hace que un
equipo que, por ejemplo, necesita un quarterback, elija al jugador de esa
posición que más le gusta. Lo cual podría distar mucho de ser el mejor jugador.
Pero no todos los jugadores son elegidos para cubrir una necesidad.
Existen
dos formas de elegir a tu jugador en el draft. Para cubrir una necesidad o por
lo que se conoce como mejor jugador disponible o best player available (BPA).
Elegir
por necesidad significa decidirse
por un jugador de una determinada posición. Y eso es consecuencia de tener ese
puesto mal cubierto con un jugador que es más un suplente que un titular. Así
que drafteas a un jugador de esperas que sea más talentoso y que mejore al que
tienes, para cubrir así el “agujero” que había en tu plantilla. Un agujero
significa que o bien tienes jugadores de baja calidad en una posición, o
simplemente que no tienes.
Elegir
al mejor jugador disponible (BPA)
significa eso, elegir al jugador que tienes más arriba en tu draft board, sin
importar su posición en el terreno de juego y aunque ya tengas jugadores de
calidad en esa posición. La razón es conseguir el mayor talento posible con el
pick. Luego, se verá si se cambia a alguno de los jugadores de posición, o si
se traspasa o se corta al jugador que ya estaba en la plantilla.
Esa disyuntiva que se le plantea a los general managers a
la hora de tomar sus decisiones se combina necesariamente con otro concepto
importante en este asunto, el valor posicional del jugador.
El valor posicional. No todas las posiciones son igual de importantes en el juego, y por ello, no están igual de valoradas a la hora de pagar a los jugadores según qué posición ocupen. Además, el draft permite al equipo disponer del jugador elegido durante 4 años (5 para los de 1ª ronda) por un salario muy inferior al de un veterano de su misma posición. El valor posicional significa aplicar esa diferencia entre posiciones de juego al orden en que se realiza una elección en el draft.
Pirámide del valor de las posiciones en la NFL.
Subir y bajar en el draft
Pero
hay otras alternativas si la cosa no está tan clara en la posición en la que
eliges. Puedes hacer un trade up y subir en el draft o un trade
back (o trade down) y bajar
en el draft. Que no es ni más ni menos que intercambiar tus rondas del draft
con las de otro equipo. Cambiar el orden del puesto en que elijes a cambio de
picks de este o de futuros drafts. Se puede también incluir jugadores en la
operación, pero esto es menos frecuente porque hay que hacer muchos más
cálculos para encajar a un jugador con un contrato a medio cumplir en una
plantilla. Pero quede claro que también se hace.
Los
traspasos de picks se pueden negociar y concretar en cualquier momento de la
temporada o de la offseason, incluso durante el draft. En este último caso,
cuando los equipos llegan a un acuerdo, ambos equipos deben llamar a la mesa
principal del draft para comunicar la operación, y sólo si ambos equipos
comunican la misma información, el traspaso será aprobado. Después se informará
al resto de equipos y finalmente se informará a los aficionados justo antes de
comunicar el jugador seleccionado en el pick más alto y valioso del traspaso.
La tabla de Jimmy Johnson
Pero, ¿cuál es el precio de venta? ¿Cuánto pedir por un pick concreto? En la década de los 90, se dice que el entrenador de los Dallas Cowboys Jimmy Johnson elaboró una tabla que establecía la correlación de cada pick del draft con una cantidad de puntos. Esto permitía a todos los general managers de la liga disponer de una moneda común que indicaba por cuánto cambiar cada pick. Esta tabla, o ligeramente modificada, sigue siendo usada por los equipos de la NFL. Es esta.
La tabla de Jimmy Johnson.
En los intercambios suelen incluirse frecuentemente picks de drafts de años posteriores, éstos se valoran como el equivalente al del año anterior de una ronda más baja. Es decir, un pick de 3ª ronda de este año equivaldría a una 2ª del año que viene. Es el valor añadido de aumentar una ronda por tener que esperar un año. Aunque tanto una parte como la otra en la negociación intentarán darle más o menos valor haciendo una estimación de la posición que ocupará el equipo el año próximo. Pero lo normal es partir del valor del pick del año actual aplicándole una ronda más alta del siguiente.
Este tipo de movimientos se intentan constantemente en
todos los drafts y muchos de ellos se llevan finalmente a cabo. Y ni que decir
tiene que son horribles para los general managers, porque les trastocan todos
los planes. Pero divertidísimos para el espectador, porque son los que cambian
el rumbo del draft y lo hacen tan emocionante como impredecible.
Los
traspasos de picks se hacen siempre por necesidad de alguna de las partes o por
la búsqueda del valor posicional. No hay un movimiento de picks si alguien no
tiene la necesidad de draftear a un jugador o una posición concreta. Dos
equipos no se pondrán a negociar para subir o bajar en el draft para elegir al
mejor jugador disponible en otro pick que no sea el suyo natural. No tiene
sentido por cuanto que una de las dos partes perderá picks para subir puestos,
y no es algo razonable si te da igual qué jugador elegir. Lo que sí puede pasar
es que un equipo pueda elegir a un jugador que no esperaba poder elegir en su
pick. Es lo que se llama un robo o steal.
¿Qué es un robo en el draft?
Si
todos los equipos eligieran de acuerdo al mejor jugador disponible en lugar de
por necesidad, el draft board se iría cumpliendo y, salvo pequeñas variaciones
por apreciaciones subjetivas de cada equipo, se iría eligiendo a los jugadores
más o menos en el orden previsto en los draft boards de acuerdo a su calidad y
talento. Lo cual además haría esto bastante aburrido, todo sea dicho.
La cosa se hace interesante cuando los equipos draftean
en función de sus necesidades o por valor posicional, saltándose el orden
natural de ese draft board. Eso hace que jugadores que estaban proyectados para
ser elegidos más abajo en el draft sean elegidos en posiciones más altas a las
que les corresponderían según el draft board. E indirectamente, esos saltos de
atrás a delante (o de abajo arriba, como prefieras), hacen que otros jugadores
que el draft board colocaba arriba, caigan hasta posiciones más retrasadas. Eso
es un robo. Elegir a un jugador en una posición más retrasada de la que le
correspondería por talento. Como los equipos no esperan poder tener la opción
de escogerlos, el alegrón que se llevan es tremendo. Y esa disponibilidad de un
jugador de mayor valor que el pick para elegirlo es una de las principales
razones para draftear por mejor jugador disponible.
Entonces,
respecto a la duda de conforme a qué criterio elegir, ¿cuál es el criterio
adecuado? He leído muchas teorías que se postulan en elegir siempre al mejor
jugador disponible, porque añadir talento hace mejores a los que están
alrededor. Pero aunque puedas llegar a conseguir algún robo, eso no soluciona
los problemas de un equipo en determinadas posiciones, y esos puntos débiles
serán aprovechados por tus rivales. Es una buena estrategia en el largo plazo,
pero con muchas objeciones en el corto plazo. Así que para todo aquel que siga
siempre esta estrategia, debe acompañarla de movimientos adecuados en la
agencia libre para:
tapar los agujeros que realmente tiene
el equipo.
dar salida a los jugadores que son
desplazados por las elecciones del draft.
¿Qué es un reach?
Las teorías que se posicionan de cara a draftear siempre por necesidad tienen la ventaja de que solucionan problemas a corto plazo en el equipo, pero también llevan a estos a cometer lo que se conoce como reach. Un reach es una forma peyorativa de denominar lo que sería lo contrario a un robo, elegir un jugador notablemente antes de donde está situado en el draft board.
Pero
claro, un reach es un reach mientras no sepamos el rendimiento que ha dado el
jugador al equipo que lo eligió, o cuando ya sepamos que ese rendimiento
terminó siendo bajo. Tampoco hay que dejar de lado a los jugadores que se pudo
elegir con ese pick en posiciones de mayor valor. Cuando el teórico reach da
como resultado un jugador por encima de las expectativas deja de ser un reach,
y el general manager se convierte en un genio porque vio lo que nadie más vio.
Me parto con esto cuando sucede.
Mi opinión es que en cada momento la línea de acción debe
ser una u otra para adaptarse a la situación. No hay un criterio constante para
seguir durante todo el draft. La decisión del general manager debe depender de
los picks anteriores y de los jugadores disponibles. De la necesidad del equipo
para ocupar una posición con un jugador de calidad, y de las posibilidades que
da el draft en cada posición, la profundidad de la clase que decíamos.
No es lo mismo elegir en la posición #29, porque se haya perdido en la final de conferencia el año anterior, y sólo necesites un tipo de jugador, aunque sea de un valor posicional medio o bajo, que seguramente tengas que hacer un reach y cogerlo, que si eliges en el #3 y tienes tantos agujeros que eligiendo al mejor jugador disponible, aunque no soluciones una necesidad, tienes la flexibilidad para recolocar o traspasar jugadores. Del mismo modo que si tu necesidad de quarterback es tan acuciante que da igual lo buenas que sean tus elecciones, que si no coges un quarterback vas a seguir perdiendo partidos porque tu barco no está guiado por un buen capitán. Y al final, tu draft será bueno o malo si los jugadores que elegiste te ayudaron a ganar partidos más pronto que tarde.
Pero lo que recomiendan casi todos los que han estado en el papel de tomar las decisiones es ser fiel al draft board, y no reevaluar la posición de algún jugador sobre la marcha. Básicamente por dos razones. Una, porque el board son meses de trabajo concienzudo, que siempre es mejor que tomar una decisión en caliente o conforme a otros parámetros. Y dos, porque la moral de tu personal de scouting se verá seriamente mermada y podrías no tener lo mejor de ellos en su evaluación de los próximos prospects.
Todo sobre el draft y mucho más lo tienes disponibles en LA OFFSEASON.
Tyran Mathieu, agente libre perdido por los Texans en 2019.
A finales de febrero principios de marzo, unos dos meses antes del draft, la NFL da a conocer a través de sus insiders (informadores propios) qué equipos dispondrán de rondas compensatorias en el próximo draft, y qué rondas les han sido concedidas.
¿Qué son? Las rondas compensatorias son un sistema de asignación de 32
elecciones de draft extra a las franquicias que perdieron más agentes libres no
restringidos (UFA)* de los que ficharon durante la offseason del año anterior.
También aplica para el caso de haber perdido agentes libres de mayor calidad
que los que se fichó. Estas elecciones compensatorias son siempre concedidas
entre la 3ª y la 7ª ronda dependiendo del valor asignado a cada agente libre
perdido. Y ningún equipo puede ser agraciado con más de 4 rondas
compensatorias.
*Un agente libre no restringido (UFA) es un jugador que termina contrato con su equipo y queda libre para fichar por cualquier equipo de la liga, ya que tiene 4 ó más años de antigüedad en la NFL. De este modo, estos agentes libres que cambian de equipo supondrán una pérdida para un equipo y un fichaje para otro. Todos esos jugadores pasarán a formar parte del listado de agentes libres que la liga cataloga como Compensatory free agents (CFA).
Para calificar para la ecuación de compensación, un jugador
debe:
haber sido un
verdadero agente libre sin restricciones. Su contrato hubo de expirar o ser
anulado al final de la temporada anterior. Es decir, el jugador no califica
para la ecuación de compensación si fue cortado por su antiguo equipo.
debe firmar durante
el período de firma de la agentes libres no restringidos (UFA), que finaliza el
27 de julio. Si firma después del 10 de mayo, debe haber recibido una oferta
calificada en esa fecha por su antiguo equipo.
su valor
compensatorio o valor de contrato debe estar por encima de una cantidad mínima
específica.
y no puede haber sido
liberado permanentemente por su nuevo equipo antes de la semana 10 ó antes de
obtener una cierta cantidad de tiempo de juego, a menos que otro equipo lo haya
reclamado.
Pero la regla, en su sentido más general, habla de que los
jugadores sólo se convierten en agentes libres compensatorios si son capaces de
dejar a su antiguo equipo en contra de la voluntad de ese equipo. Aunque existe
alguna excepción.
Byron Jones, futuro agente libre en 2020. Foto: Getty Images.
Ranking de CFA’s. Estos agentes libres compensatorios son catalogados con un
valor de ronda de draft en función de una fórmula basada en varios parámetros,
y que tienen de más a menos importancia en función del orden en que los
enumero:
el salario anual del
jugador (APY) con su nuevo equipo.
tiempo
de juego con su nuevo equipo (jugadas en el campo respecto al resto de la liga).
honores de
postemporada (apariciones en la Pro Bowl, designaciones All-NFL (de primer o
segundo equipo), MVP de la SB, MVP de la temporada, Jugador Ofensivo/Defensivo
del año (NFL o Conferencia) y Jugador del año (NFL o Conferencia).
La fórmula exacta nunca ha sido revelada por la liga, pero la
ingeniería inversa de los analistas se ha aproximado mucho a ella.
A los jugadores de esta lista se les asigna un ranking y son
ordenados en base a ciertos rangos de percentiles entre todos los jugadores que
han formado parte de listas de activos o de reserva al final de la temporada
regular. Dependiendo de su percentil en esa lista, recibirán su valor
equivalente a una ronda del draft entre la 3ª y la 7ª ronda. O dicho de otro
modo, si ordenamos a todos los jugadores de la liga en una lista de acuerdo a
los parámetros arriba descritos, el jugador compensatorio tendrá el valor de
una ronda u otra dependiendo de cómo de arriba esté en esa lista.
Round
Percentile
Overall Rank*
3rd
95th (top 5%)
top 90
4th
90th (top 10%)
top 186
5th
85th (top 15%)
top 280
6th
75th (top 25%)
top 481
7th
50th (top 50%)
top 962
*Ranking previsto para el corte
de ronda compensatoria. En 7ª ronda el corte se hará en el pick compensatorio
nº 32.
Esta catalogación se hace
inicialmente de forma provisional durante toda la offseason y durante la
temporada para estimar las rondas que se asignarán a esos agentes libres, y
puede variar mientras haya contrataciones de agentes libres. No será hasta finales
de febrero, en la offseason siguiente, cuando se establezca el valor de cada
jugador y la asignación definitiva de picks de rondas compensatorias.
Pero ese valor de
equivalencia a una ronda de draft sólo se convertirá en un pick real en caso de
que el valor asignado a un agente libre perdido no pueda ser compensado con la
adquisición de otro agente libre de valor similar o inferior.
Esto se ilustra mejor con el ejemplo del cuadro de cancelación de rondas compensatorias de un equipo, que muestra a los agentes libres perdidos (a la izquierda) y a los ganados (a la derecha):
*APY: Average Salary per year. Salario medio anual en su nuevo contrato.
Las reglas para definir qué
agentes libres darán opción a picks compensatorios serán las siguientes:
un
agente libre calificado que es fichado por un equipo cancela al jugador
calificado perdido cuyo valor es el más alto en la misma ronda.
si
no quedan jugadores perdidos en esa ronda, el jugador firmado cancela al
jugador perdido cuyo valor es el siguiente más alto en una ronda más baja.
un
jugador fichado cancelará un jugador perdido cuyo valor cae en una ronda más
alta sólo si no hay jugadores perdidos restantes.
después
de que todos los jugadores fichados hayan cancelado a un jugador perdido, el
equipo puede recibir una selección compensatoria por cada jugador calificado
que permanezca.
Muchos de los jugadores calificados no alcanzarán ni siquiera el valor de 7ª ronda (non-qualifying), por lo que quedarán fuera de esta lista y no otorgarán ninguna ronda de draft a los equipos que los pierden. Y algunos de los que sí fueron catalogados con valor de 7ª ronda, quedarán sin ronda compensatoria por haber 32 agentes libres con derecho a compensación con un ranking más alto ese año.
Estas son las rondas compensatorias de cara al próximo draft de acuerdo a los agentes libres de la offseason y temporada 2019:
3ª ronda
Pick
Jugador perdido
Houston Texans
#97
Tyran Mathieu
New England Patriots
#98
Trey Flowers
New York
Giants
#99
Landon Collins
New England Patriots
#100
Trent Brown
Seattle Seahawks
#101
Earl Thomas
Pittsburgh Steelers
#102
Leveon Bell
Philadelphia Eagles
#103
Jordan Hicks
Los Ángeles Rams
#104
Rogger Saffold
Minnesota Vikings
#105
Sheldon Richardson
Baltimore Ravens
#106
C.J. Mosley
4ª ronda
Tampa Bay Buccaneers
#139
Kwon Alexander
Chicago Bears
#140
Adrian Amos
Miami Dolphins
#141
Ja’Wuan James
Washingon Redskins
#142
Jamison Crowder
Baltimore Ravens
#143
John Brown
Seattle Seahawks
#144
Justin Coleman
Philadelphia Eagles
#145
Golden Tate
Philadelphia Eagles
#146
Jordan Hicks
5ª ronda
Denver Broncos
#178
Billy Turner
Dallas Cowboys
#179
Cole Beasley
6ª ronda
New England Patriots
#212
Malcom Brown
New England Patriots
#213
Cordarrelle Patterson
Seattle Seahawks
#214
Shamar Stephen
7ª ronda
New York Giants
#247
Mario Edwards
Houston Texans
#248
Kendall Lamm
Minnesota Vikings
#249
Trevor Siemian
Huoston Texans
#250
Christian Covington
Miami Dolphins
#251
Brandon Bolden
Denver Broncos
#252
Max García
Minnesota Vikings
#253
Tom Compton
Denver Broncos
#254
Tramaine Block
New York Giants
#255
Josh Mauro
Para el caso en que un equipo
fichara los mismos agentes libres que perdió, no tendrá rondas compensatorias,
salvo el caso de que los agentes libres perdidos equivalgan a rondas
notablemente superiores a las rondas de los agentes libres que adquirió. En ese
caso podría ser agraciado con un pick de 7ª ronda compensatoria o ronda
suplementaria, y que se haría efectivo en el draft tras todas los restantes
picks compensatorios de 7ª ronda. Como si fuera una 8ª ronda del draft.
Pero estas rondas sólo se
asignarán si no se llegara a otorgar los 32 picks compensatorios, y se
repartirían tantos picks de este tipo hasta llegar al total de 32 picks que
siempre se adjudican.
Asignación. Estas 32 elecciones compensatorias se asignan siempre después de todas las elecciones de la ronda natural del draft, cuando ya han elegido los 32 equipos. El sistema para decidir quién elige primero dentro de los picks de compensación en una misma ronda se rige por el ranking de los agentes libres que otorgan esas rondas, es decir, elige primero el que haya perdido un agente libre de valor más alto.
Tradeables desde 2017. Estas rondas extra no se podían tradear o traspasar a otros
equipos hasta 2017. Y lo que hacían habitualmente los equipos era tradear su
ronda natural y elegir a su jugador con esta ronda compensatoria. Pero desde el
draft de 2017, las rondas compensatorias también se pueden traspasar a otros
equipos.
Prácticas habituales. Una maniobra que empieza a ser muy habitual en la liga es adquirir mediante trade a jugadores que están en su último año de contrato, para después de disfrutarlos durante un año, dejarlos ir en la agencia libre y disponer así de la ronda compensatoria pertinente el año siguiente. Los Patriots son el principal valedor y especialista en este tipo de gestiones. Principalmente porque dentro del ecosistema de un buen equipo los jugadores seguramente parezcan mejores de lo que son, y ello lleva a sobrepagarlos en la agencia libre, con el consiguiente aumento del valor de la ronda compensatoria que eso conlleva. Aunque se puede pensar que eso va contra el espíritu de la norma, que como tantas muchas otras, velan por equilibrar el nivel de los equipos. Sin embargo, a día de hoy este tipo de maniobras son aún valoradas de forma positiva como una buena gestión desde la gerencia, ya que realmente no vulneran ninguna regla.
Bill Belichick. Foto USA Today.
Mejores elecciones en rondas compensatorias. No hay que menospreciar el
valor de estos picks de rondas compensatorias ya que con ellos se pueden llegar
a conseguir jugadores importantes. Sirva de muestra este listado de jugadores
que fueron elegidos por sus equipos durante la última década mediante picks de
rondas compensatorias, aunque hay muchísimos más. He añadido alguno al final,
que aunque es anterior a la última década, seguramente te resultará familiar:
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